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A la deriva, Irina Bokova, metáfora, poesía, Unesco, Youssef Rzouga, Zona Cero
La Unesco y el poeta Youssef Rzouga conmemoran juntos el Día Mundial de la Poesía
El 21 de marzo, mañana, es un día significativo, además de ser el equinoccio de primavera, también es el Día Mundial de la Poesía. Esta decisión la tomó la UNESCO el 15 de noviembre de 1999, en una reunión celebrada en París.
Prueba de lo significativa que es la poesía para este organismo, se destacó en el mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en 2013, en el que decía: «La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar. Esa modernidad de la poesía se transmite de generación en generación, en los textos consagrados de los grandes autores y en las obras de poetas anónimos…”
La poesía es un medio de creación, una expresión artística que no necesita de un día para reivindicarse. Los poetas que moldean las palabras lo hacen a diario, pero también los dramas sociales que a veces no se escriben son pura poesía. La metáfora es un diálogo que no todas las personas lo entienden y, aunque en este día se promueve su enseñanza, no todo el mundo quiere ser envuelto por su lenguaje. Pero es porque no se han detenido a leer una buena poesía con tranquilidad, de ser así, se darían cuenta de la imagen que encierra en sus entrañas, de sus reflexiones y de su belleza más cercana.
Un poeta tunecino
La poesía es un vehículo de comunicación con identidad propia, es la equivalencia a otras artes como la danza, la música, la pintura o el teatro entre otros.
A todo esto, este día mundial de la poesía coincide con el nacimiento del poeta tunecino, Youssef Rzouga, en el año 1957. En la actualidad, es uno de los poetas árabes mas comprometidos y su poesía es provocadora. Uno de sus poemarios más relevantes es “Zona Cero” que se publicó en 2005 y que tiene como escenario el trágico atentado del 11 de septiembre.
Poesía “A la deriva” de José Manuel Sanrodri
“Perderse a orillas del papel
donde tus ojos mojan mi cuerpo
sumergidos en el mar del aire,
la madera se amontona en el sueño
incinerado por el naufrago anónimo de un texto.
Entre los coágulos del tiempo
hay una barca semienterrada en la arena,
despeinando a los peces de humo,
desangrándose por la herida de sus grietas
y dejando que por una letra pierda el rumbo.
La tristeza apaga a su capitán de luz
y los remos afilan sus colmillos
para morder la oscuridad del agua,
el reloj deja su máscara sobre el fondo
del océano, y las grietas del laberinto de sal
depositan las marcas en los huesos de tus manos.
Los garabatos están desesperados por desnudarse,
venden sus cadáveres que arrojan al acantilado
y sobreviven al silencio destilado del alambre
que está prohibido dibujarlo sobre la playa,
y el barco de papel, seguro que zarpará a ningún lado.